¡Con estos consejos, tu auto lucirá como nuevo por mucho tiempo!
Lavado frecuente: Evita que la suciedad se adhiera a la pintura y cause rayones. Utiliza champú automotriz y aplica el agua de arriba hacia abajo.
Cera protectora: Aplica cera regularmente para crear una barrera protectora contra los rayos UV, la lluvia ácida y otros elementos que dañan la pintura.
Sombra y temperaturas moderadas: Lava tu auto en la sombra y evita hacerlo bajo el sol directo o en días muy calientes.
Evita productos abrasivos: No utilices esponjas ásperas ni productos químicos agresivos que puedan rayar la pintura.
Aspirado regular: Aspira los asientos, alfombras y tapizados para eliminar la suciedad y los alérgenos.
Limpieza de manchas: Utiliza productos específicos para limpiar manchas en los asientos y tapizados.
Protección de los asientos: Utiliza fundas o protectores para evitar el desgaste y las manchas.
Limpiadores específicos: Utiliza limpiadores de plásticos diseñados para proteger y restaurar el brillo.
Protección UV: Aplica productos con protección UV para evitar que los plásticos se decoloren.
Limpiadores de vidrio: Utiliza limpiadores de vidrio específicos para eliminar manchas y mejorar la visibilidad.
Limpieza de las escobillas: Reemplaza las escobillas del limpiaparabrisas cuando estén desgastadas.
Evita rayones: No utilices objetos afilados para limpiar los cristales.
Limpieza regular: Lava las llantas con un limpiador específico para eliminar la grasa y el polvo de frenos.
Presión correcta: Mantén la presión de los neumáticos según las recomendaciones del fabricante para mejorar el rendimiento y la vida útil de las llantas.
Limpieza del compartimiento del motor: Evita acumular suciedad y residuos en el compartimiento del motor.
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